Al obtener la ciudadanía montenegrina, automáticamente obtendrá el derecho a vivir en el país. Sin embargo, solicitar la residencia fiscal requiere procesos y documentación adicionales sobre los cuales podemos brindarle asesoramiento detallado a usted y a sus clientes.
La ventaja de Montenegro es que ofrece a los residentes fiscales una tasa impositiva personal y corporativa muy baja (alrededor del 9%). Por lo tanto, este país le ofrece todos los beneficios de Europa pero sin los altos impuestos.
Impuestos y residencia fiscal
Aquellos que viajan constantemente por negocios estarán sujetos a impuestos, principalmente sobre sus ingresos relacionados con el trabajo desarrollado en Montenegro, siempre que permanezcan en dicho país más de 183 días en un año calendario.
Normas generales
Montenegro tiene una de las tasas impositivas más bajas de Europa, de tan solo el 9% sobre los ingresos personales, tanto para particulares como para empresas.
Para calificar como residente fiscal en este país, usted debe tener un permiso de residencia o ciudadanía y tener una estadía en la localidad de más de 183 días por año calendario.
Considere que esto entra en vigor automáticamente una vez que permanezca más de 183 en el país. Por ejemplo, un ciudadano estadounidense que pase más de seis meses trabajando en Montenegro, estará sujeto a impuestos tanto en dicha nación como en los Estados Unidos.
Sin embargo, Montenegro mantiene tratados de doble imposición con casi cincuenta países. Por esta razón, le recomendamos que solicite una consulta para ver si su país de residencia está incluido en alguno de estos tratados.
Impuesto sobre la renta
Los residentes fiscales montenegrinos son aquellas personas que tienen una residencia en Montenegro, que realizan negocios en el territorio o que pasan en el país más de 183 días por año calendario.
La condición del residente o la fuente de ingresos pueden determinar de qué forma la persona está sujeta al impuesto montenegrino. Los residentes generalmente son gravados sobre la base de sus ingresos mundiales, mientras que los no residentes están sujetos a impuestos sobre cualquier ingreso derivado de fuentes montenegrinas.
La legislación fiscal montenegrina no tiene bien establecido la forma de proceder para el empleador económico y la obligación fiscal debe determinarse analizando cada caso especial.
En general, las personas que viajan a Montenegro por negocios se consideran no residentes, por lo tanto, no pagan impuestos a menos que permanezcan más de 183 días en el territorio.